Recorrer al historia de Puerto Madero nos ayuda a comprender como lo abandonado puede volver a tener vida y utilidad. Un adecuado planeamiento urbano y mucho esfuerzo y trabajo lograron hacer de esta zona un barrio más de nuestra Ciudad.
De lugar de paso a lugar de encuentro, de abandonado a una de las áreas turísticas más concurridas de Buenos Aires. Puerto Madero combina hoy la elegancia con la sencillez, la calidez de la Ciudad y la brisa del río, un estilo moderno que no descuida sus componentes históricos.
Una mirada hacia atrás, una vuelta a sus primeros años de vida en la escena porteña, es indispensable para comprender la historia de este barrio.
A fines del siglo XIX la necesidad de crear un puerto que conectara a Buenos Aires con Europa, en el contexto del auge del modelo agroexportador, llevó al ingeniero Eduardo Madero a presentar su propio proyecto. El plan consistía en la fabricación de cuatro diques cerrados, interconectados mediante puentes, y dos dársenas, norte y sur.