- Nombre comun: Chinche de cama
- Nombre vulgar: Chinches domésticas
- Nombre cientifico: Cimex lectularius Linnaeus
- Orden: Hemiptera
- Familia: Cimicidae
Descripcion general
En etapa adulta, tiene un largo de entre 4 a 7 mm, con un cuerpo achatado dorso-ventralmente marrón a marrón rojizo luego de haberse alimentado. Posee una cabeza corta y ancha, con pico / proboscis picador constituido por 3 segmentos que no se extienden más allá de la coxa frontal. Sus ojos se encuentran bien desarrollados, y no presentan ocelos. Presentan antenas formadas por 4 segmentos, siendo el tercero el más largo.
Su pronoto posee un margen frontal profundamente cóncavo para recibir la cabeza, con márgenes laterales ampliamente extendidos hacia delante, hasta más allá de los ojos, siendo 2.5 veces más ancho que largo en su parte media.
Tienen 3 pares de patas similares, con tarsos de 3 segmentos y 2 uñas, alas frontales vestigiales, disminuidas a cojinetes de ala, con porciones contiguas, es decir, en contacto entre sí, más cortas en tamaño que el escutelo –placa triangular directamente detrás del pronoto-.
La superficie superior del cuerpo se encuentra escasamente cubierta con vellos cortos dorados llamados setas, generalmente más cortos que el diámetro del segundo segmento antenal.
Las hembras pueden, si están bien alimentadas poner hasta 200-300 huevos en su vida con un ritmo de 12 huevos por día. Son colocados en superficies rugosas y cubiertos con una sustancia pegajosa que los adhiere a los objetos en los que son depositados. Son blancos de 1 mm de largo. La incubación del huevo hasta la emergencia tarda 6 a 20 días. El ciclo comprende el huevo, 5 estadíos ninfales y el adulto. Las ninfas son similares a los adultos en morfología y hábitos.
El ciclo de huevo a adulto es de 7 a 18 semanas según las condiciones de temperatura y humedad. Por debajo de 16º C, los adultos entran en estado de semi-hibernación, el desarrollo se interrumpe. Con la alimentación y ciclos reproductivos normales, los individuos pueden vivir entre 6 y 12 meses.
El hospedero preferido de las chinches de cama es el ser humano, pero en ausencia de éste se alimentarán en aves de corral, palomas, canarios ratones, ratas, conejillo de indias y murciélagos.
La chinche de la cama se alimenta durante la noche, escondiéndose en grietas y hendiduras durante él. Típicamente se la puede hallar alrededor de los botones y costuras de los colchones, en sommiers o su cubierta y en cualquier grieta del marco de madera, como donde se unen las escuadras.
Otros lugares donde debe verificarse su presencia son los elementos colgados de la pared como marcos de cuadros, escritorios, muebles tapizados, zócalos, grietas en el piso, detrás de papel tapiz suelto, las cubiertas para enchufes y llaves de luz, marcos de puertas y ventanas, y conductos de luz entre otros.
En infestaciones severas, la chinche se puede encontrar en los huecos de los muros, áticos y otras áreas cerradas. Se puede movilizar a grandes distancias para obtener la ración de sangre necesaria para alimentarse.
Importancia
Se alimentan de noche sobre los huéspedes dormidos. La ingesta dura 3 minutos en el caso de las ninfas, y hasta 10-15 minutos en adultos. La picadura de la chinche no duele, aunque la mayoría de las personas –casi un 80%- desarrolla una reacción alérgica a la saliva inyectada por ella mientras se alimenta, generalmente se produce una hinchazón, pero no se genera el punto rojo característico de la picadura de pulga.
En individuos altamente sensibles la hinchazón puede ser severa y extenderse más allá del área inmediata a la picadura. En estos casos, la picadura puede producir un prurito intenso, irritación y sensación de quemadura con o sin sangrado posterior.
La pérdida de sangre debido a altas infestaciones genera anemia. Especialmente en niños con pobre estado nutricional. Las malas condiciones sanitarias asociadas a las chinches y el rascado intenso son causas frecuentes de infecciones secundarias.
Es sabido que la chinche de la cama puede estar infectada con alrededor de 25 diferentes organismos patógenos. No obstante no se ha demostrado hasta el momento el papel de esta especie como vector de parásitos, bacterias o virus al hombre, que no sea por transmisión mecánica al aplastar con las manos un insecto recientemente alimentado.
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