Más del 42% de las 1.700 especies de mamíferos conocidas son roedores. Esto se debe principalmente a su gran capacidad de adaptación a diversos ambientes, y a un alto índice reproductivo. Se estima que sólo el 5% de las especies de roedores afectan la salud del hombre y su economía. Son reservorios naturales de diversos microorganismos como ser bacterias, virus y parásitos que pueden ser transmitidos al hombre. También son responsables de cuantiosas pérdidas económicas por consumo y contaminación de alimentos.
En los ambientes altamente urbanizados de la región del AMBA las especies de roedores características son aquellas llamadas comensales o domésticas, ya que están estrechamente asociadas a los productos derivados de la actividad del hombre. En la ciudad de Buenos Aires las especies comensales presentes pertenecen al grupo de los murinos y son: la rata negra -Rattus Rattus-, la laucha urbana -Mus Domesticus- y la rata parda -Rattus norvegicus-. Ésta última es más frecuente en ambientes con alta disponibilidad de agua.
En la región metropolitana también se hallan otros roedores denominados silvestres como son el ratón de pastizal pampeano -Akodon azarae-, el ratón colilargo menor Oligoryzomys flavescens y la laucha manchada –Calomys-. Estas especies se encuentran solamente en ambientes que tienen un menor grado de urbanización y mayor disponibilidad de cobertura vegetal.
Las especies más características de ambientes rurales de la región son el cuis común -Cavia aperea-, la laucha manchada -Calomys musculinus-, el ratón de pastizal pampeano -Akodon azarae- y la vizcacha -Lagostomus maximus-.
Las especies más características del Bajo Delta Bonaerense son el coipo -Myocastor coypus-, el carpincho -Hydrochoerus hydrocaeris-, el ratón isleño -Deltamys kempy- y la rata nutria -Holochilus brasiliensis- entre otras.
Los roedores comensales son vehículos o reservorios de distintos agentes patógenos y los ayudan a mantenerse en la naturaleza ocasionando enfermedades al hombre y a los animales. Se entiende por agente patógeno a todo organismo capaz de provocar enfermedades a los animales y al hombre.
Algunas de las enfermedades donde los roedores tienen una participación importante en la transmisión y mantenimientos de las mismas, son: Salmonellosis, Tifus, Rabia, Peste, Mal de Chagas, Hantavirosis, Fiebre Hemorragica Argentina, Coriomeningitis Linfocitaria, Leptospirosis y Triquinosis entre otras.
La Leptospirosis es una zoonosis -enfermedad transmitida de los animales al hombre-, producida por bacterias del género Leptospira. Este microorganismo penetra por la piel o mucosa produciendo cuadros de decaimiento, fiebre, dolores de: cabeza, musculos, articulares, puede producir en el hombre problemas meningeos hepáticos, renales graves y en ocasiones muerte. Se localiza en los riñones donde se reproduce y por medio de la orina se elimina al exterior. Las ratas y ratones actúan como reservorio, es decir alojan en su cuerpo a éstas bacterias y las mantienen en la naturaleza. Al eliminarlas con la orina contaminan el ambiente. Los roedores realizan una proteinuria fisiológica (eliminan en forma normal proteínas con la orina) que favorece la supervivencia de las leptospiras al protegerlas de los efectos nocivos del Medio. En condiciones ideales pueden sobrevivir aproximadamente 10 días a la espera de invadir otro animal u hombre susceptible.
Las ratas mantienen la enfermedad y trasmiten las bacterias por la orina a su descendencia sin ocacionarle ningún trastorno durante toda la vida del roedor.
TRIQUINOSIS
Es una zoonosis pero ésta es de origen parasitario. La Trichinella spiralis es un gusano pequeño de 1 a 3 mm de largo, blanquecino, que se aloja en forma de quistes microscópicos en los músculos de numerosos animales mamíferos. El hombre adquiere la enfermedad al consumir carne poco cocinada, o cruda en forma de chacinados de animales parasitados.
Los síntomas clínicos de la enfermedad en el hombre son: dolores musculares, fiebre, dolor de cabeza, sudoración, edema o hinchazón de párpados entre otros. Puede ocurrir la muerte por fallo cardio-respiratorio. En los animales afectados generalmente pasa inadvertido por el dueño del animal.
La especie que produce triquinosis humana mas frecuentemente en la Argentina es el cerdo, consumido en forma de chorizos secos, bondiolas, jamón, panceta, elaborados sin el control bromatológico oficial correspondiente. En el último tiempo han ocurrido casos por consumo de lechón y puma asado en forma insuficiente –jugoso- y chacinados elaborados con carne de jabalí contaminada.
Los roedores participan en el ciclo biológico manteniendo la enfermedad en la naturaleza y serian el nexo entre lo salvaje y lo doméstico al aproximarse a los criaderos de cerdos y convivir con estos.